viernes, 15 de enero de 2010

Los desvanecimientos de poder...

Puede que el amigo lector que se siente a leer estas líneas piense que el que las ha escrito es un desconfiado, pero nada más lejos de la realidad.
¿Nunca os ha pasado, que alguien te promete todo lo que debería haber hecho ya (porque no hace lo que debería hacer), y que, por unas circunstancias -no es la primera vez que lo promete, o no le ves capaz de hacer lo que ha prometido- o por otras, acabas dejándole de creer? A mí no es la primera vez.

Gente que te defrauda cada día una vez más, gente que le saludas por cortesía, porque eres un ser humano y te han dado una educación y ahora es cuando has de mostrarla...

Tantas promesas, tanta palabrería, para que al final siempre quede algo, y no muy positivo: el mal trago de saber que te han defraudado.

Las personas a veces salimos del paso con promesas como si con todo eso solucionáramos todo lo que acontece en el día a día, no es otra cosa que vivir el presente y empeorar el futuro.

Por suerte, yo no soy de esas personas, y espero nunca cambiar tanto mis principios para que me llegue a ser así. No quiero llegar a ser el tipo de persona que ahora mismo y siempre odiaré. Pretendo ser aquel prototipo de persona por el cual se llore el día de su muerte, pues no hay manera más noble de morir que riendo mientras los demás lloran.
¡Ah! no es momento de lamentarse, ya sabéis el dicho ese... "la venganza se sirve de plato frío", yo perderé parte de mi tiempo haciendo que me defrauden... pero mis contrapromesas son más producentes de lo que la gente puede llegar a imaginar.
Toda persona recoge lo que siembra... y de todos es sabido que quien siembra vientos... ¡tiende a recoger tempestades!
Es solo cuestión de tiempo el que las personas dejen de ser así, por su bien, y por el de todos.

Un saludo, bloggeros ;)





"La libertad no tiene su valor en sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen." -Ramiro de Maeztu-

jueves, 7 de enero de 2010

El regreso.

He de informar a todo aquel que siga visitando este navío que he vuelto a la carga después de año y poco por circunstancias evidentes. Vuelvo a necesitar desahogarme por algún sitio, y éste es un buen lugar para hacerlo. Espero que sean pacientes, ya que aún no me acuerdo de cómo se usaba ésto y de cómo metaforizar todo lo que deseo transmitir.
Un saludo,
"La libertad no tiene su valor en sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen." -Ramiro de Maeztu-